La mayor parte del municipio es utilizado para cultivos y apenas quedan terrenos con vegetación autóctona. En las zonas no labradas crecen robles, carrascos y encinos. Además en los últimos años se están recuperando olmos que antaño abundaran en la localidad. En 1995 el Ayuntamiento de Entrena cedió terrenos en los cerros San Lázaro, Cerro del Toño y Cuatro Cantos al ICONA, para repoblarlos con pinos. En cuanto a arbustos destaca el tomillo, el romero, la mormaga y las endrinas de las que se elabora el pacharán.
La fauna salvaje que abunda en esta localidad son los conejos y las liebres y, en menor medida, tejones y comadrejas. En ocasiones nos podemos encontrar con zorros, corzos y algún jabalí, el cual es muy abundante en la cercana Sierra del Moncalvillo.