Por la carretera N-111 (Logroño-Soria) y luego por la local LR-254, a 12,7 Kilómetros de Logroño, encaramada en un cerro, se halla Entrena.
La villa fue enclave en la calzada romana Zaragoza-Briviesca. También por la N-232, hasta Navarrete, se llega a Entrena tras cinco kilómetros por la LR-137, y posteriormente por la LR-541.
La topografía de la jurisdicción de Entrena se resume en un área llana entre 500 y 600 metros de altitud, sobre lo que ha incidido una red de pequeños barrancos que han desmantelado esta llanura de glacis dando lugar al típico paisaje de colinas, cerros residuales y llanadas que salpican el valle.
Entrena se encarama al cerro El Conjuro y el caserío se orienta al sol de mediodía. La ladera norte, fresca y sombría es el barrio de las bodegas.
Disfruta de un clima fresco y seco, en invierno y primavera, con alguna precipitación. Los calores del estío están atenuados por sus 559 metros de altitud, y refresca en las noches. Un cielo generalmente despejado caracteriza a este clima.
Entrena es la típica villa fortaleza medieval, encaramada en un cerro alzado sobre la llanura. Está urbanizada en “bastilla”, con las calles concéntricas escalonadas en la ladera. La antigua muralla se adivina en las traseras de las casas, hacia el Coso, y cuya delantera es la calle Barbacana.
El término municipal de Entrena se extiende a 21 kilómetros cuadrados y por él discurre el río Antiguo, que riega sus huertas.